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Abrimos el taller los lunes

El taller de Bustarviejo, Madrid, abre los lunes, antendiendo a las necesidades de este otoño. Con las condiciones que estableció Arno Stern para todas las edades (niñ*s y adultos).

El taller de Bustarviejo, Madrid, abre los lunes, antendiendo a las necesidades de este otoño. Un lugar con las condiciones que estableció Arno Stern para todas las edades (niñ*s y adultos): Equilibrio entre lo colectivo y lo personal // Un grupo hetogéneo // Al margen del juicio // Donde el «educador» desempeña un papel de asistencia.

En el taller existe una mesa-paleta con 18 colores y 54 pinceles especialmente fabricados para adaprarse a esta pintura, un guache con mucho pigmento que permite todas las posibilidades de densidad, desde muy diluído en agua sin que pierda color, a pastoso y cubriente. También hay una mesa de mezclas dónde investigar.

Se trabaja en hojas de 50×70 cm. que es el campo visual abarcado a una distancia de trabajo normal. Este espacio se puede ampliar añadiendo hojas en función de las necesidades de cada persona.

Horario: 17:30 a 19:00h (si tienes disponibilidad en otros horarios de mañana o de tarde puedes llamarme).

Sesiones informativas del Taller de pintura basado en las condiciones de Educación Creadora de Arno Stern

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Estamos cofigurando los grupos y organizando unas sesiones informativas para explicarte el origen y el funcionamiento del taller.
Si quieres apuntarte o saber algo más, contacta conmigo, que estaré encantada de hablar contigo.
El próximo jueves 17 y el jueves 24 de septiembre a las 17:30h  en el taller

El Taller de Pintura de Educación Creadora
en la Sierra Norte

Los niños del Closlieu // Los niños sin edad, Arno Stern

la fotoUna de las mayores alegrías del año pasado fue recibir dos libros que Giovanni Cereghetti me regaló. Hoy comienzo a leer I Bambini Senza Età, edición en italiano del libro Les Enfants du Closlieu de Arno Stern. Todavía no publicado en España. Me resulta maravillosa la descripción del taller en palabras de Arno Stern:

LES ENFANTS DU CLOSLIEU o I BAMBINI SENZA ETÀ 

El encierro liberador

Hablaré ahora del encierro liberador. ¿Paradoja? Encerrarse, diréis, quiere decir limitar, es un castigo: impedir la libertad.

He creado un lugar en el que el mismo nombre nos recuerda la característica principal: il Closlieu. Es un espacio que se juzga normalmente por los visitantes ocasionales como reducido, pero que posee las dimensiones de una justa intimidad para los que lo frecuentan habitualmente.

Es un lugar acogedor como una patria recuperada. Entrando es difícil entender que es lo que se recupera y que es lo que se espera. En su interior el ser florece.

Sus cuatro paredes son centelleantes, como el interior de un bolsillo. Entrar en este refugio es como abandonar la coraza para internarse en una noche quieta y dulce: los colores que conviven en este espacio no son antagonistas. Viven una situación extraordinaria privada de competiciones, privada de referencias y de la necesidad de encontrar justificaciones a las propias acciones. Situaciones en las cuales las miradas no interrogan, no transmiten voluntad de dominio. El juicio es superado por la verdad de los hechos.

Cada cosa es perfección, inmutable e inalterable: la atmosfera (que determina la acción pero que es confirmada por la misma acción), mi presencia, la de los niños, pequeños y grandes, venidos de lugares muy diversos (y no de un barrio, de un ambiente determinado), la naturaleza de los gestos, de los instrumentos utilizados… todo está fuera de la norma, de la práctica, de las relaciones, de los objetos, del cumplimiento de reglas de otros lugares. Cada cosa en este lugar es un sucederse continuo. Causa y efecto se confunden así como las manchas sobre la pared: ¿se puede decir que alguno las ha pintado? Incitan a la acción.

Nada en este lugar pertenece al mundo externo. Este espacio no es parte de un territorio, ni sigue el ritmo del tiempo cotidiano. Mi cumplido es preservar este lugar de lo externo, y a la vez, comunicar al exterior de que juego se trata. Aunque cada experiencia transformada en palabras es al mismo tiempo inefable, hablar es como intentar traducir.

En el exterior de este espacio existe una sociedad jerarquizada. Nacer, crecer, significa sobrevivir a la presión del mundo de los otros. Para resistir, es necesario defenderse físicamente y moralmente. Y para hacer esto, cada uno de nosotros vive en un continuo estado de alerta. Pero aquí estas defensas se caen, el territorio del individuo se armoniza en el espacio protegido del Closlieu.

Dejarse andar aquí, significa liberar las cosas acumuladas y escondidas dentro de nosotros desde hace tiempo. Un cuerpo entrenado a esta actividad, a este fluir continuo, produce acciones ricas de una acción inusitada. El lugar, los hechos, los trazos que se escriben en el espacio de un folio fijado por un momento en el muro, son un entrenamiento infalible. El contenido de estos trazos está inmerso en la naturaleza profunda del organismo. Era necesario que yo no pensase, que ningún otro juzgase, que aquel que traza superase el terreno del razonamiento con el fin de que se desarrollase esta expresión y no un arte: para que no le naciese una obra pero si desarrollase una emisión sin destinatario (el trazo sin un destinatario no es otro que el trazo de su afirmación).

Tales signos no forman parte de ningún lenguaje abierto, inscritos en un soporte neutro. Así tienen el deseo de ocultarse en una serie de imágenes. El procedimiento es complejo: la Formulación es múltiple, estratificada. Esta emana, por un lado de una intención; inmediatamente superada por aquello que mueve el gesto que traza sin el conocimiento de aquellos que realizan las imágenes.

Trazos de tal naturaleza no pueden presentarse simplemente porque el mismo mecanismo de la formulación no es activado en otro lugar. Tales trazos quizás aparezcan en un dibujo; lapsus, que no son detectados, estudiados. Pero aquí el lapsus se vuelve un proceso continuo, cultivado hasta su grado máximo. Aquí lo involuntario ha cogido las riendas[i] de la intención.

El trazo – lengua madre del Closlieu – las acciones que le derivan y las inclinaciones de la persona que las produce tienen una patria. Ese brotar a través de la frecuencia repetitiva, se traduce en verdad y experiencia propia, en un espacio protegido. Con el fin de que estos trazos aparezcan es necesario un aislamiento, un encierro liberador.

Las paredes del Closlieu son por lo tanto una frontera. Las mismas personas en su interior desean un lugar impermeable a las intrusiones y a las fugas. Describir tal lugar es contar los actos de sus habitantes, la naturaleza de las relaciones establecidas con los otros, entre las mismas personas. Tales costumbres interactúan obviamente sobre el carácter. En este lugar no se adquiere una consciencia, sino que se refuerza. Lo que mana es el chorro de la Expresión, y lo que mana representa la extensión del ser hasta el plusêtre.

El plusètre es el objetivo de mi trabajo. No es otra cosa que lo que preocupa mayormente a los dirigentes de nuestra sociedad. Los demagogos nos incitan a una vida mejor, al menos así la llamamos. Pero he vivido mucho tiempo una dimensión de supervivencia por no haber aprendido la existencia de las necesidades y placeres más profundos que aquellos que estimula nuestra sociedad.

[i] En la edición italiana, de donde tomo este texto, utiliza el traductor usa la expresión: Qui ha preso il sopravvento sull’intenzione.

PRESENTACIÓN

En los años 40, tras la Segunda Guerra Mundial, Arno Stern quedó a cargo de un grupo de niños. Carecía de experiencia, pero las circunstancias le llevan a montar un taller de pintura, así que los niños y él aprenden juntos. Su asistencia permite que los niños se doten de unas reglas para que el juego de pintar funcione, y de este modo, va estableciendo unas condiciones y configurando un espacio protegido y cuidado en cada detalle. Después de más de setenta años, y con 90 años de vida, continúa trabajando en su taller «Le Closlieu». Las personas que allí acuden se permiten ser y expresarse libremente.

Su investigación acerca del dibujo le lleva a constatar la teoría de La Formulación.

Miguel Castro y Vega Martín estrapolan los mismos principios a otros juegos: la arcilla, el movimiento, el juego de configuración. Encontrando en ellos los mismos mecanismos que en el juego de pintar.

Taller de Expresión en Movimiento

Dirigido a todas las personas (de 0 a 102 años)

Este es un taller libre de modelos que permite desarrollar la capacidad creadora de las personas, investigando con el cuerpo, el espacio, las telas y la música.

  • Nacemos con un impulso de investigación que nos permite adquirir todo tipo de aprendizajes profundos, cuando parten de una necesidad propia y con un sentido interno.
  • Cuidamos de las condiciones para que esto ocurra, buscando un equilibrio entre lo personal y lo colectivo.
  • Este proceso de investigación es atendido por una persona que cuida de las necesidades de cada individuo, acompañando sus procesos.
  • Un lugar donde la aceptación, el cuidado y el respeto mutuo nos permite expresarnos tal y como somos, permitiendo el crecimiento ilimitado de las persona.

GRUPOS HETEROGÉNEOS de todas las edades, desde 0 años hasta 101 años.